The Definitive Guide to crecimiento en pareja
The Definitive Guide to crecimiento en pareja
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Paciencia: El amor verdadero es paciente y comprensivo, incluso en tiempos difíciles. La paciencia ayuda a navegar los conflictos y los problemas de la vida.
Compromiso: el tercer paso requiere de la habilidad de ultrapasar y, trabajar para ultrapasar, los malos entendidos y sus angustias con el fin de estar juntos. Esta es la etapa de madurez de la relación, donde la clave está en creer en lo mejor de la otra persona, sin estigmas, prejuicios ni motivaciones negativas.
Apoyo: Apoyarse mutuamente en las buenas y en las malas es un signo de amor verdadero. Este apoyo incondicional puede ser emocional, físico o incluso financiero.
Por curioso que resulte, los terapeutas de pareja se encuentran muy a menudo con este mismo dilema: el tener que explicar a sus pacientes qué es eso a lo que llamamos “amor verdadero”. Cabe decir también que cada vez que iniciamos una relación nos decimos a nosotros mismos que lo hemos encontrado.
«Orgullo y Prejuicio» de Jane Austen: Austen ofrece una visión más moderada y realista del amor verdadero, donde la comprensión y el respeto mutuo son fundamentales.
Sobre todo cuando esta distancia sentimental es valorada socialmente como una opción positiva e incluso como una actitud educada y racional.
3. Respeto Mutuo en las Diferencias El amor verdadero respeta y celebra las diferencias. Por ejemplo, si a uno le encanta la música clásica y al otro el rock, en lugar de intentar cambiar los gustos del otro, buscan maneras de compartir y apreciar sus diferencias. Este respeto por las individualidades de cada uno fortalece la relación.
En el caso de la pareja divorciada con brusquedad, la alternativa de la indiferencia parece preferible e incluso más "civilizada" que otras, pero generalizar entraña ciertos peligros.
Dicho de otra manera: la persona que se ocupa de ti y siente que le importas, la que se alegra con tus logros y te acompaña en un momento difícil, la que respeta tus tiempos y tus elecciones.
Independencia: El amor verdadero permite a cada individuo tener su propio espacio y crecer como persona. Esta independencia equilibra la intimidad y la individualidad en la relación.
Si un miembro de la pareja veta una parte del otro, es hora de decir adiós y dejar marchar. Debemos ser capaces de restablecer prioridades, de salvaguardar nuestra dignidad.
El amor verdadero no está exento de problemas. La armonía no siempre es perfecta, ni se es inmune a las dificultades. A veces caemos en ese mismo error: creer que para que el amor funcione no deben existir las discusiones, las diferencias, los retos.
Según Girona, el amor verdadero no es simplemente un punto de partida en una relación, sino más bien un punto de llegada. A diferencia de la creencia común de que el amor es algo que se encuentra al inicio de una relación, él sostiene que el amor verdadero es una construcción que requiere el esfuerzo conjunto de ambos miembros de la pareja. website No es una tarea fácil, pero Girona afirma rotundamente que el amor verdadero existe.
El amor verdadero es un fenómeno complejo que abarca la intimidad emocional, la pasión y el compromiso. Se manifiesta en las relaciones duraderas, el apoyo mutuo y el crecimiento particular.
Si el amor duele, significa que no es amor, que estamos confundiendo sentimientos y que nos estamos haciendo daño a nosotros mismos. Es decir, si percibimos que nos estamos ahogando ¿no es ya el momento de salir del agua?